
El derecho al voto facultativo de los integrantes de las Fuerzas Armadas (FF.AA.) en servicio activo es un aspecto clave en el actual panorama electoral ecuatoriano. Según el Consejo Nacional Electoral (CNE), 48.825 militares están habilitados para sufragar en la segunda vuelta presidencial, en la que se enfrentarán Daniel Noboa, presidente-candidato de Acción Democrática Nacional (ADN), y Luisa González, candidata de la Revolución Ciudadana (RC).
Factores históricos y posturas militares
El coronel en servicio pasivo y exdirector de Inteligencia del Ejército, Mario Pazmiño, sostiene que la historia reciente de la institución militar influye en su postura electoral. Destaca que, durante el gobierno de Rafael Correa, se intentó fraccionar a las FF.AA. mediante la penetración de sus estructuras disciplinarias.
Pazmiño señala que, en ese periodo, «se abrieron numerosas puertas para que el crimen organizado se consolide en el territorio nacional», lo que hoy obliga a policÃas y militares a enfrentar esta problemática. Entre los episodios que dejaron huella en la institución castrense, menciona tres aspectos clave:
- Desmantelamiento del Sistema de Inteligencia: Correa acusó a los organismos de inteligencia de operar bajo intereses de la CIA y del gobierno colombiano, lo que derivó en su eliminación y, según Pazmiño, generó un rechazo profundo dentro de las FF.AA.
- Cierre de la Base de Manta: Esta base, utilizada en la lucha contra el crimen organizado, fue clausurada bajo el argumento de que afectaba la soberanÃa nacional, una decisión que, según el exdirector de Inteligencia, fue mal vista por los militares.
- Infiltración ideológica en los cuarteles: Pazmiño sostiene que el correÃsmo buscó debilitar la disciplina militar, lo que provocó el rechazo de oficiales y personal en servicio.
El factor Noboa en el ámbito militar
Frente a la amenaza del crimen organizado, Pazmiño considera que el actual presidente, Daniel Noboa, ha sido el único mandatario que ha enfrentado «frontalmente» a las estructuras delictivas. En su criterio, esto es bien visto no solo por la población, sino también por las FF.AA., que han estado en primera lÃnea en la lucha contra la violencia y la inseguridad.
En este contexto, el voto militar se convierte en un termómetro de cómo la institución percibe el liderazgo y las polÃticas de los candidatos en relación con la seguridad nacional y el fortalecimiento de la disciplina institucional.