Desde el pasado domingo 17 de noviembre, Ecuador recibe energía eléctrica de centrales térmicas privadas de Colombia. Sin embargo, esta solución temporal no está exenta de desafíos: el precio del kilovatio/hora oscila entre los 35 y 45 centavos, un costo alto comparado con la generación hidroeléctrica.
El Gobierno de Daniel Noboa decidió reducir los cortes de luz de 12 a 8 horas al día, apostando por las lluvias en la Amazonía para reactivar Coca Codo Sinclair. Pero los expertos no están tan convencidos de que sea sostenible.
¿Cuánto ayuda la electricidad colombiana?
La capacidad máxima de la línea de transmisión actual permite importar solo 450 MW por hora, cubriendo el 30% del déficit eléctrico de 1.500 MW en Ecuador. Aunque Colombia podría exportar más, las limitaciones técnicas lo impiden.
La ministra de Energía, Inés Manzano, mencionó que se busca habilitar una línea adicional que permitiría importar hasta 600 MW, cubriendo un 40% del déficit. Pero ni en el mejor de los casos los apagones desaparecerán.
¿Por qué Colombia tiene excedentes?
Un giro en las lluvias de noviembre llenó los embalses colombianos, reduciendo la dependencia de sus plantas térmicas. Esto generó un excedente que ahora se exporta a Ecuador. Sin embargo, esta venta también responde a la necesidad de las plantas térmicas colombianas de evitar el desgaste causado por su operación intermitente.
El precio de la luz y el impacto para Ecuador
Actualmente, la energía que llega es térmica y su costo está entre los 35 y 45 centavos por kilovatio/hora. Si en el futuro se pudiera importar energía hidroeléctrica, el precio caería a menos de 15 centavos.
¿Es prudente reducir los apagones a 8 horas?
Algunos expertos advierten que esta decisión podría comprometer la recuperación de los embalses de Celec Sur. Alejandro Jaya Montalvo, ingeniero en energías renovables, recomendó mantener apagones de 10 horas durante unas semanas para estabilizar el sistema.
Por ahora, el Gobierno confía en los pronósticos de lluvia, pero, como admitió Manzano, la situación climática sigue siendo incierta.
¿Será esta apuesta suficiente para evitar un diciembre con más apagones? Solo el tiempo y el clima tendrán la última palabra.