La cárcel de máxima seguridad La Roca, en Guayaquil, quedó oficialmente sin presos. Todos sus internos fueron trasladados a la cárcel de Santa Elena, según confirmó el ministro del Interior, John Reimberg, quien aseguró que el motivo es la ejecución de obras de mejora en la infraestructura del penal.
“Necesitábamos que la cárcel esté vacía para iniciar el proceso de rehabilitación”, explicó el Ministro, añadiendo que los traslados se realizaron durante toda la madrugada bajo estrictas medidas de seguridad.
El operativo incluyó el traslado de reos considerados de alta peligrosidad provenientes de distintos centros penitenciarios del país, entre ellos Guayas, Esmeraldas, Cotopaxi y Pichincha.
Traslado exprés y máxima reserva
El presidente Daniel Noboa confirmó que alrededor de 300 presos fueron movilizados hacia el nuevo centro de reclusión en Santa Elena, entre ellos el exvicepresidente Jorge Glas, figura central del correísmo.
Reimberg destacó que el nuevo complejo cuenta con anillos de seguridad desde el acceso vial, sistemas de vigilancia aérea y un control que prohíbe sobrevuelos de helicópteros, avionetas o drones. “Comenzamos con los más peligrosos antes de que la información se filtrara”, dijo.
La medida sorprendió incluso a funcionarios del sistema penitenciario, que no esperaban un traslado de esta magnitud. Con ello, La Roca, símbolo del encarcelamiento de los criminales más temidos del país, entra en una etapa de silencio hasta nuevo aviso.
El Ministerio del Interior no precisó cuánto durarán las obras ni cuándo el penal volverá a operar, aunque fuentes cercanas señalan que se planea una remodelación total del sistema de seguridad interno y externo.
Por ahora, Santa Elena se convierte en el nuevo epicentro de reclusión de máxima seguridad del Ecuador.







