Washington, 11 nov (EFE).- La inseguridad y la violencia en América Latina y el Caribe continúan siendo frenos económicos significativos, generando pérdidas superiores al 3% del PIB, según el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), quienes publicaron este lunes dos informes sobre el impacto de la delincuencia en la región.
Los análisis destacan que los costos directos de la violencia —como la pérdida de vidas, mayor gasto en seguridad pública y privada, y afectaciones a la calidad de vida— representan en promedio el 3,5% del PIB regional. Estos costos son más altos en zonas con tasas de delincuencia elevadas, donde el FMI estima que un aumento del 10% en los homicidios puede reducir la actividad económica en un 4%.
América Latina y el Caribe, con solo el 8% de la población mundial, concentran un tercio de los homicidios globales, situación que impone una fuerte carga financiera. Según Nathalie Alvarado del BID, el gasto promedio de la región en combatir el crimen equivale al 78% del presupuesto de educación pública y es doce veces superior a la inversión en investigación y desarrollo.
El FMI señala que los delitos afectan desproporcionadamente a áreas fronterizas y centros de transporte, impactando especialmente a los jóvenes. Rafael Espinoza, del FMI, subrayó la importancia de implementar políticas de seguridad eficientes, mejorar la inclusión social y promover el crecimiento económico para enfrentar este problema.
El BID y el FMI coinciden en que la prevención focalizada y sistemas de justicia eficaces son esenciales para un cambio positivo en la región.