
En el marco de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), el Objetivo 11 busca lograr que las ciudades y los asentamientos humanos sean inclusivos, seguros, resilientes y sostenibles (UN, 2025). Este objetivo reconoce que más de la mitad de la población mundial reside en zonas urbanas, y se proyecta que esta cifra aumente a dos tercios para 2050. No obstante, muchas infraestructuras urbanas actuales carecen de la preparación adecuada para afrontar este crecimiento demográfico, lo que evidencia la necesidad de desarrollar propuestas inclusivas que mejoren la calidad de vida de todos los habitantes.
La accesibilidad en las ciudades inteligentes no se restringe a la infraestructura física; incluye también la infraestructura digital. La integración de tecnologías emergentes, como el Internet de las Cosas (IoT), la Inteligencia Artificial (IA) y el análisis de datos, permite ofrecer servicios electrónicos eficientes y accesibles.
Actualmente, diversas propuestas de ciudades inteligentes abordan problemas cotidianos mediante soluciones tecnológicas, entre las cuales destacan:
- Eficiencia Vial: semáforos que ajustan su funcionamiento de forma automática en función del flujo vehicular.
- Transporte Autónomo: vehículos eléctricos sin necesidad de conductor.
- Energía Renovable: sistemas energéticos inteligentes, alimentados por fuentes renovables, que mantienen un equilibrio con la fauna urbana.
La digitalización de infraestructuras también ha transformado los sistemas de pago en entornos urbanos. Actualmente, existen múltiples mecanismos para realizar transacciones electrónicas, como códigos (QR), tarjetas (NFC) y (SMS), que permiten interactuar con diversos servicios públicos de una ciudad.
La incorporación de asistentes virtuales, como Alexa o Google Home, en viviendas permite a personas con discapacidad física interactuar con su hogar de manera más accesible. Estos dispositivos, conectados con sistemas inteligentes como interruptores y tomacorrientes, facilitan la gestión del hogar para personas con movilidad reducida, mejorando significativamente su calidad de vida.
Por otro lado, el uso de tecnologías como la realidad virtual (VR) y la realidad aumentada (AR) posibilita la visualización previa de proyectos de infraestructura, lo cual reduce la necesidad de prototipos físicos y favorece una planificación urbana más eficiente.
Las ciudades inteligentes representan una oportunidad para promover entornos urbanos más inclusivos, seguros y sostenibles. La integración de tecnologías emergentes y la digitalización de servicios públicos son fundamentales para mejorar la calidad de vida de los habitantes y garantizar que todos tengan acceso equitativo a los recursos y oportunidades que ofrece la vida urbana.