Caracas, 17 de octubre de 2025 — Vladimir Padrino López, figura militar de larga trayectoria en Venezuela, ha vuelto a acaparar titulares tras recientes acusaciones y posicionamientos en torno a la empresa ORIX, lo que ha desatado un intenso debate político y mediático en el país.
De militar a actor con influencia política
Padrino, exministro de Defensa (2014-2024) bajo el gobierno de Nicolás Maduro, ha tenido un rol central en la política militar y de seguridad venezolana durante años. Con una imagen vinculada históricamente a la cúpula del poder, sus recientes intervenciones le han proyectado hacia una esfera más empresarial y controvertida.
El caso ORIX: nuevas acusaciones
Según la información difundida por CNN en Español, Padrino ha sido señalado de mantener vínculos con ORIX, una empresa cuyo nombre surge en las investigaciones actuales por posibles conexiones con redes de corrupción, operaciones financieras opacas o prácticas poco transparentes dentro del contexto venezolano. Estos señalamientos han tenido impacto en el escenario político y han generado pedidos de aclaración tanto desde la oposición como desde instancias de control institucional.
Los críticos sostienen que el involucramiento de Padrino en ORIX podría evidenciar una simbiosis entre intereses militares y capital privado, lo que agravaría los niveles de impunidad y favorecimientos en el país. Por contraste, algunos defensores del exministro refutan las acusaciones como parte de una campaña política para desacreditarlos, argumentando falta de pruebas contundentes.
Reacciones políticas y sociales
La noticia de estas vinculaciones ha generado reacciones rápidas:
- La oposición venezolana exige al Estado abrir una investigación seria, independiente y transparente sobre las acusaciones contra Padrino y los vínculos con ORIX.
- Sectores chavistas y allegados al exministro han lançado defensas públicas, afirmando que estos señalamientos buscan dañar la reputación de un militar que ha servido al Estado.
- Organismos internacionales y medios de comunicación observan con atención, dado que el episodio refuerza la imagen de una Venezuela donde las fronteras entre poder militar, política y negocio se entrecruzan con poca claridad.
¿Qué está en juego?
El caso no solo es importante por las implicaciones individuales para Vladimir Padrino, sino porque refleja una problemática extendida: la intersección entre Poder Militar, intereses económicos y control del Estado en Venezuela. Si las acusaciones fuesen confirmadas, ello podría aumentar la presión nacional e internacional para exigir reformas y mayor transparencia en la gestión del gobierno y sus actores vinculados.
Por ahora, el nombre de Padrino se mantiene en la palestra pública, mientras la sociedad venezolana espera que se aclare la verdad detrás de ORIX y que se establezca responsabilidad si corresponde.









