Cali, 29 de diciembre de 2024 – Terry Israel Camacho, conocido como «Trompudo Israel», uno de los líderes de los Chone Killers, habría sido asesinado junto a su hermano, alias «Ben 10», en un ataque armado en el barrio Granada, en Cali, Colombia.
Aunque las autoridades ecuatorianas y colombianas no han confirmado oficialmente su deceso, fuentes de Inteligencia policial informaron que «Trompudo Israel» estaba en el vehículo atacado por sicarios, un hecho que dejó como saldo varios impactos de bala y un accidente múltiple.
El pasado criminal de «Trompudo Israel»
«Trompudo Israel» inició su vida delictiva como miembro de los Ñetas, una pandilla juvenil que operó en Ecuador hasta su extinción en 2009. Su ingreso al mundo del crimen organizado se consolidó tras su detención en 2014. Durante su reclusión, conoció a Jorge Luis Zambrano, alias «Rasquiña», excabecilla de Los Choneros, y estableció una alianza que daría origen a los Chone Killers como una facción poderosa e independiente.
Los Chone Killers se convirtieron rápidamente en una organización temida, implicada en delitos como el tráfico de drogas, extorsiones y enfrentamientos violentos con otras bandas, tanto dentro como fuera de las cárceles de Ecuador. «Trompudo Israel» era considerado una de las figuras estratégicas detrás de las operaciones en Durán y otras zonas del país.
Rivalidades y el presunto ataque
La muerte de alias «Trompudo Israel» marca un punto crítico en la guerra entre bandas criminales. Según hipótesis de la Policía Nacional, el ataque en Cali fue planeado por Los Lobos, una organización que anteriormente era aliada de los Chone Killers pero que, tras un quiebre en sus relaciones, se ha convertido en su principal rival.
El ataque no solo busca eliminar a los líderes de los Chone Killers, sino también enviar un mensaje claro sobre el dominio territorial en el narcotráfico y otras actividades ilícitas.
Impacto en la organización
Con la posible muerte de «Trompudo Israel», junto a «Ben 10», los Chone Killers enfrentan un vacío de poder que podría desestabilizar sus operaciones. Este evento podría desencadenar una reestructuración interna o una lucha por el liderazgo dentro de la organización.
Mientras tanto, las autoridades colombianas y ecuatorianas continúan investigando los detalles del ataque y su impacto en el crimen organizado transnacional.