En una carta dirigida al país, Andrea Arrobo Peña, exministra de Energía de Ecuador, explicó las razones detrás de su decisión de no presentarse ante el pleno de la Asamblea Nacional en el marco del juicio político que enfrenta. La misiva, que detalla acusaciones graves sobre persecución política, acoso y amenazas hacia ella y su familia, también aborda la compleja situación energética que atraviesa el país y los obstáculos que enfrentó durante su gestión.
Denuncias de persecución y amenazas
Arrobo Peña comienza la carta señalando que su ausencia no se debe a la falta de argumentos, sino al temor por represalias devastadoras. Asegura que ha sido objeto de acoso constante, incluyendo el sobrevuelo de drones cerca de su casa, intentos de ingresar a la vivienda de su abuela y el uso de canales oficiales para divulgar información personal que, según ella, pone en riesgo su seguridad y la de su familia.
“Han usado todos los métodos para destrozarme y evitar que le enseñe al país la verdad”, escribe la exministra, quien también sostiene que las acusaciones en su contra carecen de fundamentos legales y obedecen a una motivación política.
Crisis energética y acusaciones de negligencia
Arrobo Peña detalla los desafíos que enfrentó al asumir el Ministerio de Energía, incluyendo un déficit energético proyectado de 1.600 MW, una falta acumulada de inversión de 10.000 millones de dólares y un crecimiento anual de la demanda de 500 MW. Según la carta, logró avances significativos, como el desbloqueo de procesos burocráticos y la planificación de generación de emergencia para cubrir la brecha energética prevista para agosto de 2024.
Sin embargo, denuncia que su salida abrupta del ministerio detuvo la ejecución de estas medidas, dejando al país en una situación vulnerable. Además, acusa a las autoridades actuales de no haber implementado soluciones estructurales para enfrentar la crisis.
Juicio político como herramienta de presión
La exministra sostiene que el juicio político en su contra no busca justicia, sino que responde a intereses políticos de las distintas fuerzas que dominan la Asamblea. A pesar de haber presentado evidencia técnica y detallada, afirma que el proceso está diseñado para censurarla y desprestigiarla. “No puedo convertirme en una pieza más de este juego”, subraya Arrobo Peña, destacando que su prioridad es proteger a su familia y salvaguardar su integridad personal.
Llamado a la reflexión
Finalmente, Arrobo Peña hace un llamado para que la Asamblea y la ciudadanía analicen las pruebas y argumentos técnicos que presentó. También asegura que no regresará al país mientras no existan garantías de justicia y respeto a los derechos fundamentales.
La carta ha generado reacciones mixtas entre políticos, analistas y la ciudadanía, polarizando aún más el debate sobre la gestión de la crisis energética en Ecuador y el uso de herramientas políticas para resolver conflictos institucionales.