El cuñado del expresidente Guillermo Lasso, Danilo Carrera, fue declarado culpable como autor del delito de delincuencia organizada en el emblemático caso Encuentro. La sentencia, emitida este 23 de noviembre, establece que Carrera cumplirá 10 años de arresto domiciliario debido a su edad (mayor de 65 años) y deberá pagar una reparación integral de $682.688 junto a otros involucrados.

En el mismo proceso, Antonio Icaza, señalado como colaborador clave de la red, fue condenado a 9 años de prisión. Sin embargo, el resto de los acusados permanece prófugo, lo que impidió que sean juzgados.

El caso Encuentro: la red de corrupción que salpicó al gobierno de Guillermo Lasso

La investigación, que inició en enero de 2023, reveló una estructura criminal que operaba en empresas públicas como CNEL EP, BanEcuador y el Servicio Nacional de Aduanas. Según la Fiscalía, esta red se dedicaba a direccionar contratos y colocar personas estratégicamente en cargos clave para obtener ganancias ilícitas.

La Fiscalía señaló a Carrera y Rubén Cherres (fallecido) como líderes de la organización. Entre 2021 y 2023, este grupo aprovechó vínculos con altos funcionarios para adjudicar contratos millonarios en el sector eléctrico y otras áreas estratégicas. Además, familiares y allegados de los implicados fueron colocados en instituciones públicas para garantizar el funcionamiento de la red.

Vínculos políticos y escándalo nacional

La relación de Carrera con Guillermo Lasso generó cuestionamientos hacia el expresidente, aunque en grabaciones telefónicas reveladas por la Fiscalía, Cherres mencionaba que Lasso «no sabía nada» sobre las operaciones ilícitas. A pesar de esto, la cercanía familiar dejó una mancha en el legado del exmandatario.

Implicados prófugos y penas por cumplir

Entre los prófugos destacan Hernán Luque, quien fue detenido en Argentina en 2024 y está en proceso de extradición, y otras figuras como Leonardo Cortázar y Karen C., vinculados por contratos irregulares y lavado de activos.

El caso Encuentro expone una trama de corrupción que operó a plena vista, comprometiendo la confianza en instituciones públicas clave. La condena a Carrera es un paso en busca de justicia, aunque el camino para desarticular por completo esta red aún parece largo.