La violencia, un problema creciente en Ecuador, vuelve a colarse en la escena electoral, con tres de los 16 candidatos presidenciales denunciando amenazas directas. En un clima marcado por el recuerdo del asesinato de Fernando Villavicencio en 2023, los candidatos han reforzado su seguridad, pero la respuesta del gobierno sigue siendo limitada.
La Policía Nacional asignó 288 agentes para la protección de los aspirantes, proporcionando solo cascos, armas cortas y dos camionetas, sin incluir vehículos blindados ni cubrir gastos de hospedaje o alimentación. Algunos candidatos, como Pedro Granja, Jan Topic y Jimmy Jairala, han expresado abiertamente su preocupación. Granja, por ejemplo, ha señalado que las amenazas a su familia le obligan a limitar su campaña.
Por su parte, Jairala rechazó la versión oficial de la Policía, que calificó el ataque contra su vehículo como un intento de robo, y cuestionó la aparente indiferencia del gobierno. Mientras tanto, Topic, quien también recibió amenazas, ha pedido una respuesta efectiva de la Policía y el Consejo Nacional Electoral.
A medida que se aproxima el inicio oficial de la campaña, las críticas hacia el gobierno se han intensificado. Otros candidatos, como Leonidas Iza y Juan Cueva, han exigido que el Estado garantice la seguridad y denuncian la ineficacia del incremento del IVA destinado a mejorar la seguridad. Con un sistema político y de seguridad en crisis, el país afronta un proceso electoral donde la violencia amenaza con influir en la carrera hacia Carondelet.